Las plataformas de redes sociales como Facebook, Google (YouTube) y Twitter han transformado la forma de ver, recibir y compartir información. Y sin duda, su aparición ha alterado y marcó el comienzo de una nueva dinámica entre la ley y la difusión de información, lo que suscita muchas preocupaciones éticas y legales. Estas se han convertido en una forma vital de conectarse con amigos y compartir información. Y en el último año, el uso para el consumo de noticias aumentó. Pero también permitió que se extendiera la información errónea y envalentonó a grupos marginales cuyas ideas no tienen una base sólida generando lo otra pandemia: Infodemia. Existe una delgada línea entre la libertad de expresión y el uso indebido de la misma. Se ha llegado a utilizar el derecho a la libertad de expresión para incitar a la violencia, difundir el odio e infringir la privacidad de los demás. Debido a esto las plataformas han tomado varias medidas para tratar de mitigar que este tipo de información se masifique; Sin embargo, algunos países no creen que estas medidas hayan sido suficientes y argumentan que la ley no está adecuadamente equipada para frenar el aumento de estas situaciones y sus implicaciones en la comunicación y la seguridad.
Algunos especialistas sostienen que las redes sociales son una forma de medio de comunicación y, al igual que cualquier otro medio de comunicación, deberían estar reguladas por la ley. Algunos otros, razonan en contra de esto y creen que no tiene sentido que el gobierno intente regular las redes sociales y, en cambio, debería corresponder a las plataformas de redes sociales asumir la responsabilidad ellos mismos y las personas que usan las plataformas.
¿Es posible regular las redes sociales?
Específicamente en el caso de México, se ha presentado una propuesta de legislación a la que solamente le vamos a dedicar este párrafo: Es una propuesta sin pies ni cabeza, desde los conceptos mal interpretados. Pareciera que lo único que busca es la SOBREREGULACIÓN y la generación de BUROCRACIA absurda sobre los algoritmos.
Y así como está propuesta, desde hace varios años en varios países se han implementado o están en proceso de implementar leyes que regulan las redes sociales. Sin embargo, uno de los principales problemas con la ley que regula las redes sociales es que las plataformas de redes sociales son empresas transnacionales y globales. Esto complica el poder tener políticas que se puedan hacer cumplir y que tengan sentido en todo el mundo. Cualquier ley sobre el uso de las redes sociales debe ser sensible a las tradiciones socialmente aceptadas de varios países. Otra preocupación con la ley que regula las redes sociales es que el gobierno simplemente no comprende cómo funciona el mundo de las redes sociales, por lo que sería extremadamente difícil legislarlo sin el debido conocimiento de sus procesos (CASO MÉXICO). Legislar el problema con multas y sanciones significativas puede no ser tan efectivo como podríamos pensar, ya que el mundo de las redes sociales está en constante cambio y la ley tendría que ponerse al día continuamente. Puede ser muy peligroso regular las redes sociales utilizando la legislación del gobierno, ya que crea un entorno hostil entre el gobierno y las empresas de redes sociales. Si hay amenazas de sanciones severas, esto resultaría en que las empresas “se equivoquen por precaución”, lo que significa que comenzarían a censurar grandes cantidades de información que tendrían consecuencias devastadoras sobre la utilidad de las redes sociales y nuestra libertad de expresión. El mejor enfoque sería permitir que las plataformas se autoregulen con una cantidad limitada de legislación del gobierno. Es necesaria cierta regulación y la aplicación de la legislación existente para lograr el equilibrio entre promover la libertad de expresión y proteger los intereses públicos. Si permitimos que sea el gobierno quien lo regule, estas reglas comenzarán a inclinarse hacia algún lado político indudablemente. Si las plataformas hacen este trabajo por sí mismas, pueden hacerlo con mayor precisión y sin que el gobierno se extralimite.
Que SI se debe Regular
Lo que los gobiernos SI deben legislar es sobre el tema de la propaganda terrorista y la desinformación por motivos políticos. El gobierno puede implementar legislación para replicar las leyes que se aplican a los anuncios políticos en la televisión y la radio, por ejemplo. Esto garantizaría una mayor transparencia sobre quién paga por los anuncios políticos en sus aplicaciones o sitios. Esto sin duda ayudaría a la moderación y la regulación de las propias empresas de redes sociales con una participación gubernamental limitada. Las plataformas de redes sociales han demostrado que están preparadas para asumir más responsabilidades. Twitter ha eliminado los grupos de odio, YouTube está agregando personal de revisión humana adicional y expandiendo los algoritmos a más categorías, y Facebook se ha comprometido a monitorear el abuso en su plataforma.
En resumen, en lugar de imponer una legislación estricta contra las empresas de redes sociales, los gobiernos deberían trabajar con las empresas para concebir resoluciones que sean adecuadas para ambas partes.