Todos tenemos nuestra propia huella o rastro que vamos construyendo en Internet. tal como las huellas digitales de tus dedos, son únicas, pero en este caso son rastreables. Todas las páginas web que se visitan, el uso de las redes sociales, los comentarios, sentimientos o tonos escritos en un comentario en redes sociales, en un blog o en un correo electrónico. Pero te has preguntado ¿cuánto valen tus datos en el mercado negro de Internet?
Esta información la compartimos, en la gran mayoría de las ocasiones, sin saber qué lo estamos haciendo. Son las famosas cookies, las cuales son pequeños rastreadores que colocan las empresas al visitar su página web o al bajar su aplicación gratis.
El mercado negro de Internet
Esta es una manera amable y “voluntaria” de compartir tu información. Hay un mercado negro en Internet donde el valor de la información es cada vez mayor, con un incremento en el número de hackers o piratas dedicados a esto. Esquemas donde intentan inducir a la persona a que entre a páginas, a través de las cuáles pueden robarles la información son cada día más comunes.
Redes dedicadas a conseguir y comercializar accesos Premium a servicios de streaming como Netflix, Spotify o Youtube. Inclusive opciones gratuitas como Skype pueden ser hackeadas y comercializadas. Eso sí, estos piratas sugieren a sus compradores no modificar los datos para que el dueño de la cuenta no se entere que hay alguien más colgado en su cuenta y cancele o modifique su suscripción.
Esta es la información más solicitada y el rango de pago de la misma, en el mercado negro, en la Dark Web
¿Cómo puedo protegerme?
La única manera de proteger nuestra información es generar hábitos de manejo de la misma como la utilización y cambio constante de contraseñas robustas (letras, números y signos).
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Elige contraseñas seguras
Entre más compleja sea tu contraseña, más difícil será que otros la adivinen. Siempre que vayas a elegir una contraseña, combina mayúsculas, minúsculas, símbolos y números. Evista utilizar tu misma contraseña para todas tus cuentas y no utilices fechas de nacimiento o aniversarios. Acostúmbrate a no compartirlas y a modificarlas periódicamente.
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Brinda datos personales sólo en sitios de confianza
Si te solicitan datos personales, asegúrate que sepas quién te lo pide, que datos necesitan y para que se van a utilizar. Es muy importante que el sitio sea seguro, esto es que cuente con el protocolo SSL (Secure Sockets Layer), es decir, que la dirección que aparece en el navegador, inicie con HTTPS y que tenga el icono de candado a un lado. Esto permite que los datos que compartiste viajen por un canal cifrado.
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Evita conectarte a redes públicas
Hay que tener cuidado con los accesos de Wi-Fi gratuito, no sabes quien más está conectado a esa misma red y que pueda tratar de acceder a tus dispositivos, ni cuales son las medidas de seguridad que ofrece esa red. Sí lo haces, nunca ingreses información privada o sensible si estás conectado a esa red
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Cierra todas tus sesiones y limpia el navegador
Procura cerrar tus sesiones en el navegador, correo, redes sociales, etc. Haz periódicamente una eliminación de los archivos recientes (memoria caché) de los sitios visitados y elimina las cookies. Recuerda que el navegador almacena todo tu historial de visitas.
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Instala y actualiza tu antivirus
Protege tus equipos con antivirus e incluso con firewalls si tienes una red en tu propia casa. Procura que este vigente y siempre actualizado para protegerte de cualquier intruso.